GRACIAS...
Gracias Señor por crearme vulnerable,
Gracias te doy por hacerme redimible.
Gracias te doy porque nada es tan terrible,
para este corazón que se yergue ante el dolor ufano.
Gracias mi Dios, por todo lo que no me diste;
por todo aquello que te imploré en vano.
Por las cosas que sin más me arrebataste,
cuando más se envanecía en poseer mi mano.
Gracias Señor por cada beso,
que en la frente de mis padres he dejado.
Gracias te doy por cada día,
en que el pan pude ganar con mi trabajo.
Te agradezco señor por esos días,
en que el sol me acarició con suaves manos.
Pues te encuentro en lo sencillo aún más grande,
que en la absurda vanidad del logro humano.
Te agradezco señor por cada amigo,
pues no puedo imaginar mejor regalo,
debe ser que lo ideaste al mismo tiempo
que pensaste en transformar en vida el barro.
Te agradezco señor porque estoy viva,
cuando en vida hay tantos muertos caminando,
porque en paz mi corazón perdona
y al saber que puedo amar
soy transformado.
Te agradezco Señor por cada espina
que la vida en el pecho me ha clavado.
Porque quiere mejor el que ha sufrido
y más honda es su dicha si ha llorado.
Gracias te doy, por cada herida
que dejaron al partir los que he amado.
Que el perfume de las rosas más perdura
en el alma, que una lágrima en la mano.