Juan Amezcua

Mi dulce dulcinea

Eres como el sereno de la mañana 
como una bella rosa que engalana
siempre suave y tersa como la lana
¡Oh! hermosa mujer de porcelana


Eres tu el paraíso prometido
 emoción que no había vivido
escucho tu suave voz al oído
te quiero, nunca no te olvido


 Eres tu algarabía siempre viva 
haces simple vida inspirativa
pasión loca y argumentativa
De dios eres la mayor dádiva



Tu sonrisa a todo me motiva
eres veracidad interrogativa
una carta siempre emotiva
En discrepantes tu cohesiva



Eres Sinónimo de perfección
alivias cualquier aflicción
por ti se detiene mi corazón
 Y me abandona la razón



Sin ti mi vida es penumbra
eres la luz que me alumbra
te contemplo aun dormido
 sin ti la vida no tiene sentido



Mi amor por ti es inmenso
más vasto que el universo
tan hermoso como un verso
Eterno tras mi propio deceso



Me pregunto tu paradero
te recuerdo si parpadeo
En mi te llevo muy dentro
te busco y no te encuentro



Me pregunto que sientes 
me postulo más… si existes.