Despues de las fiestas
Y cuando todo el mundo se iba
nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,
Qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas,
eras más que el tiempo...,
Eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados...
De la nostalgia de un poeta....