Yo estoy aquí para decirles
que la guerra ya no es un rumor lejano,
a tres lunas de distancia;
que ya su anuncio pavoroso
no se sufre por las cuotas cotidianas,
que nos traen los telex de otra parte.
Yo estoy aquí para informarles
que su inquietante cercanía,
hace tiempo que está entre nosotros;
que sus balas, con su evidencia de fuego,
cosen con su pespunte de tragedia
el libérrimo tránsito del viento.
Yo estoy aquí para contarles
que la muerte en los tiempos de la guerra,
se anuncia con la barata ligereza
conque se anuncia la suerte por las calles;
que con ella aquí, entre nosotros,
dentro de poco la luz y la esperanza,
los pájaros del campo y el pan sobre la mesa,
tendrán de seguro medida de almanaque: