No todos los ramos que recuerdo
se asemejan a ti, ni aun las tardes
como aquella frente a la calle azul
de invierno. Todas tienen su nombre
según el que le demos: tarde
de apreciación –diría él – y tarde
de belleza con significancia – yo le diría-.
Pero algunos deberíamos
darle más sabor – en versos – a esa
tarde y a ese ramo
de rosas rojas de octubre.
Yo le di delicadeza, le comparé
a tu nombre, le di forma de mujer.