El reloj va desmarcando tiempo
Y yo me veo sumergido en su compás.
Cinco para las doce, ¿porqué se acelera el corazón?
Tal parece que se desvanecen mis brazos
Como minutero y segundero detrás de la hora doce,
Y no se si te tendré en el año trece
Y no porque sea cabalístico, es que el tiempo
No me ha sido suficiente para tenerte.
Respiro hondo, me tranquilizo y digo:
El nuevo año será mi amigo
Y hasta mis brazos te traerá.