Impacientarse un poco ante la zozobra de una respuesta, morderse las uñas al trazar la estratagema, temblar en la niebla de la táctica; luego abandonar el cálculo y la razón, volver a impacientarse otro poco... y entregarse... valeroso o cobarde... pero entregarse. Vale la pena. - Un tanto -
21.12.2012
Junior R. Velazquez L.