Jesús Lantigua

POEMA DE LA RESURRECION.

 

Alguien supuso que estaba muerto.

 

Su ausencia se tornó costumbre,

 

se apagó una lágrima

 

y un viejo recuerdo perdido y cansado.

 

No hubo despedidas, lápidas, ni flores;

 

nadie dijo poemas, palabras, ni honores.

 

La muerte temprana le acarició la piel,

 

le puso grilletes, mancilló sus años.

 

Pero un día, de nuevo, volvió la luz a sus

manos,

 

de la tierra húmeda brotaron sus versos

 

y aquellos quebraron los pernos del falso

entierro,

 

desplegaron sus alas

 

en lírica fuga desde el encierro.

 

La vida resurgida fue de alegría,

 

el averno turbado mostró su asombro.

 

Se abrió la sonrisa de una poesía.