Duermes,
te contemplo, lánguido, dulce,
tu respiraciòn acompasada plena de tranquilidad,
¿sueñas?
y una sonrisa se dibuja en tus labios,
rojos, tersos, terciopelo en flor.
Te acaricio con el alma,
te amo,
ni siquiera lo presientes,
no lo sabes,
mientras tanto tú:
duermes,
tal vez mañana,
el milagro del amor
renazca
como primavera en flor.