En el cajón
del mundo
ya no caben
los besos
el susurro
del aire
despierta
sin maquillarse
y tu colgado
de mis labios
sin besarme.
Brindo
desde un nuevo
año
con las lágrimas
convertidas
en mar
sobre mis parpados.
Alzo la fe
que se quedo
sin ojos
sobre la ciega
despedida
de una mirada
que se quedo
perdida
entre la nada.
En el cajón
del mundo
guardo
los deseos
de tu silueta
de amor
entre mis manos,
la veo escurrirse
por las arterias
de la tierra
desenterrando
el silencio
hecho frontera
de tu cuerpo
y mi quimera.
Te he querido
y te he olvidado
el dolor
me ha vaciado
ahora volare
por nuevos cielos
sin ti
equivocados.
Ana@ocaña