Unas luces rojas colgadas mirando tus fotos mientras dan color a tu sonrisa, la única foto que guardo, y con copias trato de formar la idea completa de ti...
Es un reguardado jardín que inflama el alma en un suspiro... quédate así, con tu mirada como el mar, tan profunda de océanos que sin llegar al fondo me presiona la cabeza mientas sigue retorciendo tu fuego en mi agua sin maldad.
Déjate la ropa, no necesito piel, demás tengo con mirarte, te amo sin placeres, la pasión déjala para después, yo solo quiero tu verdad, aquí en la presencia, es que se hace tan corta la vida cuando te desnudas y de un golpe te la vuelves a poner, quiero entonces que en un abrazo sin terminar el tiempo, te quedes sorprendida una vez.
No hay necesidad de resguardarte, yo solo quiero de ti, lo que la vida quiere de mí, un día feliz contigo aunque este mil años muerta sin ti.
Quédate conmigo, ayúdame a verte otra vez, no es sencillo de una construirte sin tenerte ya lo vez… no hay palabras infinitas, todas selectivas en un día, como dice el… no habrán poetas pero siempre habrá poesía, esta poeta que no tiene sueldo, que no logra, ni quiere sorprender, en la nada de tantas palabras se va hundiendo , sigues viendo callada de donde quiera que te encuentres, a veces piensas que es algo cruel, pero pensar no hace nada, pienso yo también, si piensas que es mejor es por que aun no sabes que es un adiós, un arrebato profundo de amor…
No quiero que te quites la camisa, hoy no soy fuego consumidor, solo quiero un abrazo en este frio que la noche a todos regaló.