Vaya noche tan oscura,
con tal silencio cual canto celestial,
la soledad se manifiesta de forma tan pura,
y me recita con pasión su canto angelical
Canto de desespero, y lleno de euforia,
dándome el primer aliento para dar el último paso,
para terminar al fín ésta triste historia,
y ser suyo eternamente, recostándome en su regazo
Soy no más que un reo,
preso, entre los confines de una realidad,
mi celda, un cuerpo humano,
y mi crímen, mi vanidad
Nunca dudé en entregarme,
pues eres tú mi fiel compañía,
pero promete que vas a acompañarme,
por el resto de nuestros días
Me das un beso amargo,
como un licor fuerte, pero a su véz dulce,
hacia el humbral de oscuridad te cargo,
y a nuestro edén me conduces
Logré ver una flor,
fresca, viva, y tan hermosa
bella, de un negro, fúnebre color,
y con tan definidos pétalos, cual una rosa
Flor de luto, del alma mía,
de tu belleza no hay comparación,
solo tú entiendes mi agonía
y has sentido mi depresión
Flor de luto, tan preciosa,
pero tan llena de tristeza,
tus lágrimas frías y dolorosas,
marchitan tu gran belleza
Triste y sola en el edén,
por tu belleza maldita,
por fuera te ves bien,
pero por dentro tu alma grita
Solías brillar frente a todas,
pero Soledad te engañó,
y falleciste tan triste y sola,
y el jardín del edén, nunca más brilló.