Como savia que corre por las venas de las plantas,
como fuego que se enciende y no se apaga,
como volcán que con incontenible furia estalla,
así quedaron clavadas en mi cuerpo tus palabras.
¡Cómo dañan tus palabras!
¡Cómo amarga tu partida!
Cómo vuelven a encenderse los recuerdos
Cómo vuelvo a amarte, como un idiota vuelvo...
a pensar en tus palabras, clavadas en mi cuerpo.