tintatarada

Desvario 4

Un viejo desdentado nos mira jugar

saltando la cuerda                              

detrás de un árbol

nos guiñe el ojo

 

De pronto el corazón se sobresalta

da tremendo vuelco al recordar

un sueño terrible en que despertamos

convertidos en ese viejo

 

Aquel anciano que hacía señas obscenas

no era otro mas que nosotros

¡tu y yo!

y cerramos los ojos asustados