Un viejo desdentado nos mira jugar
saltando la cuerda
detrás de un árbol
nos guiñe el ojo
De pronto el corazón se sobresalta
da tremendo vuelco al recordar
un sueño terrible en que despertamos
convertidos en ese viejo
Aquel anciano que hacía señas obscenas
no era otro mas que nosotros
¡tu y yo!
y cerramos los ojos asustados