Este inmenso cariño insaciable que hay aquí adentro
crece la mágica locura cual plaga en la cosecha,
acabando con reservas de razón justificada,
va cegando las fronteras de lo real y lo correcto.
Te pertenecen mis sueños eróticos, cómplices épicos
anidados en mi cama con deseos enterrados;
la dulce luna noche a noche cuida lo que atesoro
sobre mi almohada, tu recuerdo corrige con alegría,
errores desmedidos, uno a uno caen en maravillas.
Conjuros inocentes de un anhelo irrevocable
sujetan las voces calladas de mi alma en armonía;
despliegan burbujas de pasiones encontradas,
cerca al mundo crédulo se vuelven invisibles.
Caigo sin sentido en aquel beneficio atrayente
derraman gotas melodiosas de agua en mis mejillas,
las comunes heridas profundas sin huella aparente
revelan a largo plazo, seducción y consistencias.
Temiendo la perdida elocuente del recuerdo
inunda con fervor el corazón incandescente;
admiraciones tiernas acarameladas lo sostienen
por la espera inalcanzable del tiempo perdido.
Pretendiendo ataduras vinculadas a emociones
Vagan en mi entorno tibiamente mesurado apócrifo,
generaciones de moral, inaudito sacrilegio
invalida el amor eterno labrado en ilusiones.
Minutas sobresalientes de un destino juntos;
mi privilegio, es encontrar tu encanto sobre mi lecho
motivan mi querer sin interés sobre los cielos,
reflejando en primicias tus latidos en mi pecho.
Pronuncio tu nombre con mil besos permanentes,
justifica que mi vida cálida tenue se estremezca
tu mirada fija enamorada, en remolinos cesa,
la historia con un final acorde dice: !Inseparables!