Rodeando tu silueta
se me nublan los sentidos
estando a tu vera
se me disparan los latidos.
Tus labios y los míos
se conocen desde siempre
dialogan en un idioma
y se hablan perfectamente
rodeados por tu aroma
se me va turbando la mente .
Cuando recorro tu cuerpo
me voy tomando mi tiempo
en tus rincones me entretengo
para descubrirlos de nuevo.
Y me paro en tu cuello,
tus orejas y tu pecho
y los voy bordeando
para que me vayas sintiendo.
Cual río bravo
suenan tus jadeos
cuando voy bajando
llegando al volcán de fuego
donde todo está ardiendo
y la lava se derrama
por tus muslos bellos
esperando que lo apague
con más y más fuego
Y juntos nos quemamos
gritándonos ¡que me quemo!
¡que bien lo hemos pasado!
redescubriendonos
de nuevo quiero recorrerlo
¡que no me canso niño!
del mundo que es tu cuerpo.