Gracias a la vida
Que me ha dado tantos
Quebraderos de cabeza
Que cuando descanso
Perfecto distingo
Un beso de un cardo
Una espina clavada
De un corazón intacto
Y en las multitudes
Verdes los semáforos.
Gracias a la vida
Que me ha dado tantos
Disgustos que temo
Debo perdonarlos
Me ha dado la magia
De mi propio canto
Gracias a el yo yanto
De mi humilde plato
Y en las multitudes
Un hombre aguardando.
Gracias a la vida
Que me ha dado tantos
Sinsabores y tristezas
Que parezco un santo
Cuando voy a la ermita
Rezo mi rosario
Cuando bajo al río
Humedezco mis párpados
Y de las multitudes
Me voy arrancando.
Gracias a la vida
Que me ha dado tantos
Hermanos y amigos
Por donde yo paso
A ellos les dejo
Este escapulario
Mi cruz en la puerta
Mi cuchillo y manto
Y en las multitudes
Un postrer disparo.