Poeta-Maldito1976

FLOR DE CARNE

Las perplejidades de mi silencio no pueden callar todo lo que quieren gritar mis venas. Transporta mi sangre tu nombre hasta la encrucijada de mis labios y mi boca busca ser el reflejo de tu imagen cuando recorre con dulzura tu flor de carne.

 

Impaciente, giro sobre tu espacio para ocupar el destino que ahora se transforma en un juego. Mis manos lo acarician en tus senos y mis promesas se convierten en una danza que apenas si se atrevieron a bailar nuestros ancestros. Primitiva, ya entonces intentó desafiar a los dioses. Y yo repito mi danza y te pregunto si ahora ya es tiempo de recoger la simiente muda de tu vientre.

 

Te espero en los confines de mi recuperada ternura mientras mi carne se pierde en los laberintos de tu curación, otra vez soy hombre y las llamas se encienden y se unen en mi pecho dolorido de sentir en mi mitad de la frontera mientras que en la cornisa de tu frente mis besos se depositan mansamente, extrañados, porque sonriendo tus ojos les preguntan si los manantiales de los que proceden no se van a secar nunca.

 

Soy un impulso dorado de flores que se pierde en tu música noctámbula, no sé callar en tus labios, qué orgulloso camino cuando vivo en tus senos porque buscaba el fin de la noche y encuentro cómo empezar a temblar cuando persigo cómo dejar de ser grito, cuando abrazados, tu ingenuidad limpia mi techo.

 

Ahora el sol vuelve a nacer bajo tus párpados y se extravía en la noche de mi mirada. Yo también sé reconocer lo que me guía, el justo castigo a la necesidad de amarte, la exactitud de todas las imágenes tuyas que quedaron grabadas en mis pupilas porque ahora pienso que mi corazón estuvo preparándose para tu venida.