Si no estas, muero...
¡muero de soledad!
Tu eres el orden
y el principio del caos.
Y por eso te quiero,
pereciendo en tus suspiros
porque querer es morir
y yo elijo morir a tu lado.
Cuando tu sonrisa vive
muere la monotonía,
Cuando tu calor muere
vive otra ves el dolor,
Sin embargo la muerte
resucita a la poesía,
Y le da un sentido
al morir de amor.
¡Muero en tu piel!
¡Muero en tu boca!
Y mueres en este amor
recostada sobre mi pecho,
Y así moriremos
¡juntos e inseparables!
En este sepulcro,
vivido en nuestro lecho.