CAPITULO 1: EN EL ALMA QUE NADIE CONOCE
Hay un alma que nadie conoce.
Es única en el mundo. Es una como la tuya... Como la mía... Como cualquiera, pero única en su especie. Este alma tiene sentimientos, emociones, inteligencia, talento, habilidad para escribir, hablar y hacer reir o llorar a los demás. Tiene pasiones. Defectos y virtudes. Es humana y divina, a la vez. Es una mimada del Gran Jefe del Todo. Del de arriba...
Es un alma con metas, con ilusiones. Seguramente la estarás empezando a conocer. De a poco.
Es muy joven. Casi una niña. Ella quisiera ser niña por siempre. No perder su capacidad de asombro. Quiere descubrir. Inventar. Conquistar. Sentir. Sobre todo, sentir... Quiere ser feliz. Quiere que todos se den cuenta que pueden serlo.
Alma, Espíritu, Esencia del Ser.
Sustancia pura, indivisible, se la percibe...
Ella es quien te enamora, la que te hace querer.
Es la que la Vida te regala y la que tus emociones recibe.
Sí, ella te acaba de enamorar...
Te acaba de enamorar de la Vida. Enamorar de tus anhelos de ser feliz. De tus esperanzas. Del futuro que tienes por delante. De una vida sana.
En donde las bonitas palabras tienen sentido. En donde tienen sentido porque TÚ le das el sentido que necesitas para vivir con sentido. Donde no tiene sentido la Vida si tú no le encuentras sentido a tu Ser.
Continúa buscándote porque estás condenado a descubrirte. ESA es tu misión en tu vida...Y en la de todos nosotros... No estés celoso, que a ti también te toca lo mismo. Igual le pasará a todos los que se buscan.
A todos nos tocará esa varita mágica.
Somos todos peces en el mismo acuario. Y hay que convivir... Cada uno con sus necesidades, su propio alimento, sus propios cuidados. Tenemos que descubrir y enamorarnos de nuestras vidas. Si lo logramos, ya está; hemos cumplido la misión de ser felices.
Si ya estás enamorado de la Vida, te aseguraste la Felicidad. Eres una persona dichosa. Es un hecho.
Nunca sería mejor morir,
ya que la Muerte es solo mentira.
Morir no es dejar de vivir,
porque morir no es dejar la Vida.
La Vida es el tesoro más hermoso y genial que poseemos.
Ni la más terrible catástrofe nos la puede quitar...
Si morimos, lo único que haremos,
es cambiar de vida, ya que ella es transformar!
Lo que representa nuestra muerte, únicamente,
es la tristeza del vacío en nuestra mente...
la falta de esperanza que, trágicamente,
nos quita la ilusión de vivir eternamente!
Ese descubrimiento personal no es la felicidad plena, pero es el inicio de un nuevo camino, es la superación del karma, el umbral del paraíso, la frontera con lo divino, la delgada línea que separa la locura de la genialidad.
¡Es el albor de la FELICIDAD!
¿O no será... \"La delgada línea que separa la locura de la felicidad\"...?
No por ser un genio serás feliz! Está clarísimo...
El Dr. René Favaloro, famoso cardiólogo argentino. Genio y un poco más, aún. Pero tan, pero tan, pero tan infeliz, que no pudo soportarlo y se suicidó, de un tiro al corazón, al noble órgano que, él, infinidad de veces reparó.
Genio, pero no feliz... ¡Qué contradicción!
Mi padre falleció hace varios años. Era empleado bancario. Fue un desconocido para mí hasta sus últimos meses de vida. Sus pocos escritos los encontré en su ropero, tiempo después de su muerte y ellos me impactaron tanto o más de lo pudieran llamar la atención a quien los lea. Estos escritos me enseñaron a conocerlo post-mortem, y para honrar su memoria y brindar por la emoción que me representó haberlo descubierto, decidí ir incluyendo de a poco todos sus escritos. Son apenas tres páginas manuscritas con frases y pensamientos sueltos, pero que tratan sobre múltiples temas como la amistad, la muerte, la honradez, el honor y el amor, por ejemplo.
A mí me gusta enseñar, es cierto, pero no me considero un maestro en estas lides. Doy clases de natación y buceo y soy excelente maestro en estas cosas (enseño a nadar hasta a un adoquín!), pero con mis escritos no pretendo darle clases de vida ni de autoayuda a nadie; solo pretendo volcar lo que voy descubriendo en mis reflexiones y lo que me hace bien para intentar ser feliz.
La realidad es que las palabras de autoayuda que vienen desde afuera siempre suenan lindas y esperanzadoras, pero si no se las vive, ni no se las siente y si no penetran en nuestra genética, son totalmente inútiles. Todo queda varado en una noble intención.
Esto es como el que tiene que hacer dieta o dejar de fumar... Si no toma conciencia del daño que se hace y no le surge la urgencia interna, seguirá diciendo: \"Tengo que hacer vida sana...\"
Y no la hará.
Eduardo Faucheux
04-01-2013