Es el atardecer
de la fiesta
del ensueño.
Es un estertor
sobre el ocaso
de la alegría.
Es subir su imagen
sobre un trono
de dos piernas
y agachar la cabeza
para evitar
una caída.
Es un rayito
de luz
que se cuela
por la grieta
de la penitencia
y del perdón
y de todas
las injusticias.
Si sobrevivimos 4 años
entre trinos y sollosoz,
como es el común sobrevivir
de los obreros y jaurías,
soportemos la champaña,
no echemos a la orquesta,
soportemos hasta el alba,
hasta que llegue a tu sonrisa.