En el cielo
ligeras,
se mueven al paso del viento,
cambiando de forma,
forjando figuras,
los tonos de blanco las habitan sin sensura,
por entre sus brazos
el sol se dibuja,
te da mil colores
sin limitaciones,
y cuando esa luz se filtra en tu cuerpo,
los dedos de Dios
te habitan y visten con tonos dorados,
durazno, violeta,
el cielo convina contigo
¡oh nube divina!