Hay una muralla
en mi interior.
No sé desde cuando está allí
de repente
me percaté de su presencia...
Quería ir más lejos
más allá de los altos muros...
Pero no podía.
Mucho tiempo estuve así
sólo mirando y aceptando
la imponente muralla.
Un día
empecé a hacer cosas nuevas
y noté que la muralla
se agrietaba
se hacía más débil
se hacía pequeña
mientras yo
crecía.
Todavía, la muralla
sigue existiendo
en mi interior
pero cada vez
es más débil.