Los ojos: son la voz del silente que carece de fuerza para comunicar,
El susurro del preso que no puede escapar,
Y el espejuelo del alma que no sabe ya en qué idioma hablar.
Los ojos, cual ave que solo sabe mirar
Que vuela alto sin querer bajar
Que sonríe y llora al ritmo del mar.
¡Oh, sus ojos! el lucero más brillante que no puedo observar,
Que observo y suspiro sin querer llorar,
El suspiro más claro que delata el amar.
Sus ojos, la corriente más fuerte que me arrastra al mar
Que me ahoga y me lleva a la felicidad
Y sin querer domina mi tempestad.
Mis ojos, mis ojos ya no entienden de razones, ni de más,
Ya no hablan, ya no ríen, ya no saben soñar
En otra cosa que no sea su mirar.
Wendy