Aguardando la lluvia, permanezco frente a las nubes
vestidas de luto, de melancolías colgadas y de anhelos escurridos
derrumbando las ilusiones frente a mis ojos,
contemplando el pasar de mi vida, como un torbellino
que se lleva los recuerdos errantes de mi destierro
Empiezan a caer las incipientes lágrimas,
lacerándome al ritmo de la más desconsolada sonata,
despedazando mi voluntad en un solo rugido doloroso
enardeciendo la tormenta que habita mi corazón.