Un día llega al "Imparcial"
(diario que SALVADOR dirigía)
el vil y traidor general,
a "checar" lo que aquél hacía.
Después de saludar a DÍAZ
de mano y con fuerte abrazo
le dice:-Por ser tu mi amigazo
desde hoy tendrás canonjías.
Y el gran poeta MIRÓN
creyendo que esto era sano,
nunca escribió ni un renglón
en contra de VICTORIANO.