Murialdo Chicaiza

Aurora

Limoneros de mañanas frescas:

El alma del sol ya es claridad.

Los pájaros trinan en lo alto,

mi corazón no siente frio.

 

La neblina revolotea de alba

sobre el tejado de las casonas.

La yerba moja mis zapatos.

Mi corazón ama esta mañana.

 

A esta dama a veces no la veo

porque no salgo de mi burdo cuerpo.

Mas hoy todo se ha detenido, menos

mi corazón que late como un niño.