A RIENDAS SUELTA Ven, han querido que mi goce natural corra por la vida a toda prisa. el detenerse no tiene respuesta pues quiero entregarte lo que mereces. II Ven pues las cosas que te digo las tengo en mi pecho brotan espontáneamente de mí alma que es parte de la tuya. las declaro sin pautas, las grito para que puedas oírlas aunque estés en los confines de la tierra. III Vengo limpio a entregarte el amor que tengo suave y generoso sin hacer ostentaciones, quiero que luzca con matices claros y transparentes que se hace simple y complejo el hecho que pueda amarte todavía. IV En mis manos guardo un delirio de caricias que las hago vivas para que lleguen a tu memoria que el dulce sentimiento te llegue muy cerca pues aunque la vida es grave se tome deliciosa. V Angustiadas están nuestras sombras cargadas de todo lo que denota una pena no te sientas culpable, ni hagas que el llanto brote, porque aunque es negra la noche no podemos negar que es bella, VI ante las virtudes la vida se agiganta hace que cualquier sombra cobre luz abrir de nuevo el pecho para sentir amor cargado de la implacable razón de su existencia. VII Condenan a morir a veces a quien pretende dar amor sincero, podrán juzgarlo, torturarlo, criticarlo pero jamás callarlo cuando en verdad se siente. VIII Que mejor manera para romper vanidades que entregar el sentimiento sin ataduras ni hacer males en su contorno pues eso es un acto que tiene cobardía IX Morir en soledad es un castigo pero también sucede que a veces es placentero de tanto dar sin recibir nada el alma puede irse muriendo. X No envenenes y ofusca tus pensamientos dale la luz para que a tus alrededores vivan no le pongas contornos hazlos libres encontrarán una razón para que fructifiquen.