Ha llegado el otoño, hasta mi amor,
Enfriando, de tus besos, la ilusión
Igual que el viento, roba una canción
Que te cantan, mis caricias, mi calor.
Caen las hojas enfermas y tristes,
Y mis lagrimas desde que tú partiste
Perdí, toda la razón para seguirte,
Te sigo, y te amo, con mi alma triste.
Lloran mis labios, el no tener tus besos,
Con la, lánguida, lluvia de la tarde
Mis ganas por ti, en mi sangre arden.
Sé que es improbable, Intentar, recuperarte,
Nunca tuve, tu amor, y tal vez no retendré,
Pero sueño tus besos cada noche,
Y te amare, aunque tú, me lo reproches.
Sé que eres casada, y bien casada
Pero eso no impide que yo, te ame,
Que sueñe con tus besos cada noche,
Y en mis ansias de amarte yo te llama.
Es tan triste saber que no me amas,
Y desojo las flores de mi llanto,
Como puedo mi amor quererte tanto,
Si se pierde mi ilusión entre las ramas.
Son tus ojos auroras de café,
Que provocan adición, a mi mirada,
Eres para mí como un cuento de hadas,
Y despiertas mis deseos en las madrugadas.
-Seca, mis lágrimas, con tus besos-
Para que no se agote, la fuente de mi llanto,
Sebes bien, que te estoy amando tanto,
Y te hare el amor, con dulzura salvaje, sin excesos.
No entiendo el porqué, de esta ilusión,
De sentir tus caricias en mi piel,
Que tu lengua me recorra palmo, a plano,
Y la mía te despierte la pasión.
Que tu sexo con el mío hagan un pacto,
Y se besen una y otra vez,
Que se escuchen tus gemidos y los míos,
Y nuestros cuerpos se unan en el acto.
Me has subido al cielo tantas veces
Sin saberlo tú, ni tan siquiera
A mi invierno lo volvías primaveras,
Con tus besos de menta y de canela.
Es por eso que quiero convencerte,
De que tienes que amarme a mi solito,
Para no perder el apetito, de que hagamos
El amor otro poquito, y sea eminente.
Son tus pechos dos claveles rosas
Y con mi lengua quiero hacerte,
Cien mil, caricias y mil cosas,
Y comerme tu boca de miel, sabrosa.
Autor Joaquín Méndez.
05/01/2013 11:07:26.
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