Estación central
puerta dos.
Voces que indican
el destino,
pero no, donde
iremos a parar.
Un saco lleno de animales
retorciendose de frio
de tantos colores,
el saco,
que no se sabe
a quien pertenecía.
Cinco puertas
de donde escoger
un destino
para cada uno,
sin animo de ofender,
a ningun otro.
Fuera de la estación
ua ciudad,
que ya ni siquiera
reconosco,
ni limpiandome
los ojos.