Murialdo Chicaiza

Nocturno

 Miré al cielo una noche de gasa fria

 me pregunté, entre lágrimas y silencio

 con el espectáculo infinito del espacio

 si mi alma el amor suyo alcanzaría.

 

Las estrellas respondieron: es ostensible

que tu deseo, amigo, es imposible.

 

A la Luna que riela en el cielo por siempre

que llena de luz tenue y a su pesar mengua

le pregunté si algún día,yo, este hombre pobre

alcanzaría a beber su amor como el agua,

 

Que el afiebrado en su indecible

sed bebe. Me contestó: es imposible.

 

Una estrella fugaz cruzó el cielo de repente

Le pedí, con reverencia, un silente deseo:

Que este amor cese porque es hiriente

y que me ha convertido de sus ojos un reo

 

 Su fugaz voz de luz admirable

 Sopló a mi oído: es imposible.

 

Finalmente, pregunté al universo en calma

Si en él cabe un Dios, un todopoderoso ser 

que podría trasmutar mi alma en otra alma

para dejar de amar y dejarla de querer.

 

El respondió: te dice aquel ser invisible:

que por siempre es imposible.