Las flores no han dejado de verte
y el arcoíris se esconde en tu mirada,
un sonido que viene a mi te clama
tomado del brazo de tu pensamiento.
Ya no soy yo, sino tú
pues mi brillo se apaga sin tu luz
y me basta el sentimiento aunque no estas.
La soledad me confeso, que tú presencia la esfumaría,
porque eres la música y la profundidad de mis versos…
Nadie, ni siquiera tú han podido descubrirte,
eres la isla que esconde constante un tesoro
y no puedo sostenerte con la mirada.
Tienes imagen destellante,
universo que ni a si mismo se conoce...
Hasta el jardín alucina tu belleza.
¿Puede explicar lo que eres la historia?
Si te has robado el rostro de la existencia.
Y el dibujo que buscaba...
e, incluso el paisaje que ansiaba,
todo en ti ya se encontraba
y este amor sin el tuyo solo es nada.
Lo abarcas todo cuanto alcanzas
que te asusta hasta el tacto de tus propias manos,
eres la dicha encarnada;
un ángel más que un ser humano.