Hoy como hace tantos años
he vuelto a escribir.
con la ilusión que en mi niñez
mis padres cultivaron en mi.
Noche de Reyes,
todo es silencio,
los niños pronto
a su cama van,
ya han dejado muy limpiecitos
sus zapatitos
y junto a ellos una carta
conteniendo sus peticiones:
tal vez juguetes,
algo de ropa,
sueños, cariño,
felicidad.
Hoy nuevamente vuelvo a escribirles
y como niña vuelvo a pedirles
que me regalen una ilusión,
sabiduría, resignación,
algún motivo para alegrarme,
breves motitas de felicidad,
una familia buena y unida,
muchos amigos de corazón,
salud, fortaleza, mucha emoción,
y porque no, un nuevo amor.
Pedir templanza para afrontar
toda la vida,
una sonrisa para cada día,
y algo de paz para descansar.
Poder abrazar a los que amo,
borrar tristezas,
y con las penas ya acabar,
y porque no, una muñeca,
una pelota, cualquier juguete
que me devuelva años atras.
Si, reyes magos, hoy yo les pido
que me ayuden a continuar,
por esta vida hasta el final.
Que me permitan seguir sonriendo,
ser aliciente para los demás,
poder brindar todo el amor
que en mi alma suelo encontrar,
ser luz que alumbre,
calor que abrace,
piedra que fortalezca,
ser todo aquello que pueda ayudar
a los que amo, a los que me aman,
y a todo aquel que necesite
un hombro amigo para llorar.