Año nuevo que floreces en invierno
con verdor de azahares frescos,
ceñidos a la fuga ya los días del año viejo
por caminos de aves sin regreso,
tus bermejos pétalos de licores llenos
tibio el néctar prodigio de su misterio,
tu vals desprenderá en hojas del viento
un vino de frutales terciopelos.
Y con esa certidumbre por lo nuevo
que se deja y se abandona bajo breve cielo
cual si hallase un horizonte sin tiempo,
volarán, como niño ciego, tus azulejos.
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Propiedad intelectual Lucero Moscoso
Bogotá D. C. Colombia