Soledad, no cortejes a las sombras
suspiras por camino ripio, incierto,
acorralas las sendas con alfombras,
consigues elevar el desconcierto.
Si rondas lo profundo no descombras
las exiguas migajas de amor yerto.
Soledad, no decida acompañarme,
La ilusión se dispuso enamorarme.