Entre pinabetes nevados,
cogidos de la mano caminamos,
gozamos el frío viento, acariciamos
la gloria...cielo bello...tintes azulados.
Naturaleza bendita de verde esmeralda
campiña atrayente, fresca olorosa,
sus ríos añejos te adornan tierra amorosa
arroyos inquietos, por fresca guirnalda.
Vemos la majestuosidad en lontananza,
asomándose lentamente, luz brillante,
trayendo tras de sí, vida, calor, esperanza.
Su estela deja sombras dibujadas,
que se mueven sigilosas cuanda avanza...
nosotros felices, nuestras almas...observadas.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, Ene 7/13