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El atino de un puzle lineal

 

Pretensiosa, también la voz

y cualquiera de los tantos artes

de las simples gentes;

sabiamente relata.

 

   ***   ***

 

Un carrusel de palabras

servidas en esta feria,

agrupadas, fuerte recalcan,

el hacer de los hombres,

y su innata condición;

animalescos instintos,

racionales cavilaciones,

la bondad extendida por las manos,

y tantos ruines actos esculpiendo;

pobreza abrupta, inmensa miseria.

 

 

 

Las palabras; danzan, se mueven,

remiran a su alrededor,

no quieren saber sobre soledades,

buscan pareja.

Reuniéndose narran, acontecen como frases,

relatan dichos, cuentan deberes,

la cultura y el futuro sostienen.

Describen los rostros de paisajes,

valores propagan,

el mundo aran, cual si fueran bueyes.

 

 

Las palabras adoptan formas explícitas

con la gracia de su musicalidad;

los variopintos sones, que incesantemente,

este universo orquesta.

De los cuerpos: sus movimientos.

De los actos: lo que pretenden.

Y de la mente: aquellos espasmos,

que sobreviniendo como frutos son las ideas.

 

 

En busca de la comunicación,

(precisa), la gráfica camina

en pos de alcanzar la acertada expresión.

 

 

Los trazos rectos se estiran o angulan

acogen los grados y emergen,

(entrelazándose), providenciales, las esferas.

Cuales resguardan el grial, los significados.

(Símil de la vela donando apuntes de luz).

 

 

A partir de ese instante:

El pan resulta escrito.

El pan se amasa con letras,

es cocido con la vista

y de la mente es sustento.

El pan, impreso sobre una hoja

resulta sólido.

Él, hasta huele a fresca mies.

 

 

A partir de entonces:

La estructura del vino es tinta,

e imaginamos la vid y sus racimos

al especificar su color

y serpenteo la palabra.

Entreviéndose tan fértil la figura,

que la mirada sorbe el vino sin vaso

y el ser bebe sus taninos,

y el ser crece en su reposo.

 

 

Las letras nacen,

parten de la confesión,

son mayúsculo arte.

Las letras se casan,

aman y permanecen en un continuo de solsticios,

esquivan la soledad, por ello, nunca enviudan.

Uniéndose; procrean

y, múltiples existencias relatan

de las vidas;

todas sus formas descifran.

 

 

Las letras, entre ellas

son hermanas,

del lenguaje son hijas

que juguetonas participan.

Cogiéndose, unas y otras, de la mano,

hacen corro, cantan pasares,

se recrean siendo sílabas.

 

318-omu G.S. (Bcn-2013)