Miro al inmenso cielo
veo los pájaros y su vuelo
y mi corazón suspira
recordando aquellos momentos
de vuelo de aire libre y puro
llenos de amor y pasión
creando un idílio
de un cariño prohibido,
privado de libertad,
como el cante de un pájaro
en una jaula encerrado.
Recuerdo esos encuentros
donde eramos pájaros de vuelo libre,
sin salir de aquella habitación,
sin querer recobrar la cordura
para volver a la condenada realidad.
Embriagados de ternura
tuvimos que dejar pasar el tiempo,
perdiendo nuestro vuelo,
el susurro de nuestras voces
ya quebradas,rotas y casi olvidadas
y esfumando expresiones
como: te quiero o te echo de menos.
Solo ya nos queda
el recuerdo triste y escondido
de nuestro secreto callado
pero gritado al viento
de dos corazones de vuelo libre
pero ... de cante enjaulado.
(Silvia Sago
registrada)