Sentimientos encerrados en el alma,
son tan grandes que con fuerza
intentan romper las cadenas,
son tan grandes que no caben
en el habitáculo de su prisión.
Sentimientos puros e incorpóreos
que apenas se muestran como brisa
con vocación de convertirse en materia,
con manos para acariciar y boca para besar,
sentir piel sobre piel y aliento cálido,
mientras las miradas se funden
muy cercanas sin apenas distancia.
Sentimientos encerrados en mi alma,
sólo yo tengo la llave de la puerta
y de los cerrojos de sus cadenas.
No me atrevo a sacarlos de su encierro
convertidos en pequeños colibríes,
en busca del dulce néctar de las flores
de la planta del deseo eterno,
del árbol de la vida y del amor.
Flores azules rodeadas de azul de mar,
bajo un cielo azul, un conjunto que
entre mis brazos se convierte en mujer.
Hoy he tenido un sueño hermoso
que quiere ser realidad tangible,
iba a abrir la puerta a mis sentimientos,
pero he despertado lleno de tiempo,
he guardado la llave en mi corazón
y allí ella también está prisionera.
FÉLIX MORENO