En la curva del camino
debajo de aquel Ciprés
te espere todos los dias.
sentado en aquella piedra, donde siempre te bese.
fueron pasando los días.
y no me di cuenta, que la hiedra del camino
se iba enredando en mis pies.
Ahora en aquella curva.
Debajo de aquel ciprés
junto a aquella piedra
donde,
siempre te bese.
Se encuentra
vuelto, hiedra. La estatua de aquel hombre
que por siempre
te espero.