Es de noche,
sentados, el cielo nos cobija
el viento mece tus cabello
la luna es testigo mudo
del abrazo que te doy con la mirada.
Callas, el silencio nos envuelve con su halo protector
y en la distancia un grillo entona suavemente una canción de amor.
No se sí tú lo sabes, pero te amo
con esa tierna desesperación de lo imposible,
un día tú me amaste...
¿perdido esta tu amor?
¿acaso Dios lo sabe?
yo sigo esperando
tan cerca de ti
tan lejos del cielo,
el mismo que nos viene cobijando,
el mismo que perdí y que tanto anhelo,
aquel con el que tanto sueño
y me has negado,
aquel que espero un día...
poder recuperar.