Conocí una mujer,
Recuerdo aun la primera vez que le hable,
Yo buscando un libro de literatura,
En el pasillo de geometría,
Pero que ironía,
Tiene Ojos de un color café,
Brillantes, dulces y pequeños,
De una mirada sensual, fuerte y delicada,
Ella es una persona como ninguna,
Muy tierna, exitosa y deslumbrante,
Cuyas cualidades son resaltables,
Podrían ser demasiadas,
Así que solo diré unas cuantas,
Divertida, escultural e inexplicable,
Ella va desde la poesía, hasta el arte,
Es una mujer inigualable,
Una gran amiga, consejera, e increíble persona,
Para ella no necesito cien palabras,
Puesto que sabe muy bien lo que vale,
Los términos se engrandecen al platicarles de ella,
Mis letras se iluminan Cuando se trata de aquella doncella,
Mis palabras toman sentido,
Mis pensamientos dan muchos giros,
Aquí se acaba mi poema, de aquella mujer que extraordinaria es,
No es como cualquiera, es una mujer indescriptible y bella.
Aurora Orozco