Quisiera empezar por el principio,
Pero me torturaría evadir
Este inexorable final.
Así, que comenzaré remarcando
Aquel te quiero quebradizo,
Acompañado de un adiós afilado.
Bajo la lluvia, bajo mis lágrimas, que se confunden.
Se rompe el que fue hasta hoy
(Según vos) El corazón de hielo, ahora en llamas.
Ni siquiera puedo mirarte cara a cara,
Para saber que tus palabras son seguras
Y que ellas a mi no me engañan.
Te esfuerzas en vano en no lastimarme,
Rebuscas aquellas palabras menos hirientes,
Pero lo haces, me hieres y me duele.
Me dices que no es lo que quieres
Pero que es lo mejor, que eres realista
Y pues sí, soy un soñador.
Disculpa por luchar, por lo que quiero,
Pero gracias por ser la razón de ello,
Y no olvides nunca que te quiero y te amo
(Sí, leíste bien, y reléelo porque aún lo hago).
Y el tiempo corazón, aquel verdugo infame,
Ese mismo no nos dirá nada, sólo pasará.
Lo que haces hoy me lo dice todo.
Quizás tengas razón, algo faltó,
Quizás el no ser perfecto no me ayudó,
Quizás y solo quizás, el único culpable sea Yo.
Adiós.