ALVARO J. MARQUEZ

QUE LO DIGA EL VIENTO

"En medio de lluvias y sumidos en alcohol,/ el cielo perdió y yo también perdí./ El cielo porque amaneció sin sol/ y yo que amanecí sin ti"


¿Me pregunto dónde guarda el viento

tantas palabras que se lleva tristes?,

¿por qué desde que sé que existes

me cuesta entender lo que siento?

 

De este sentir mi alma alimento

y del mismo se nutre el corazón,

trato de olvidarte y en pasión

se convierte al primer intento.

 

Pasión por lo que representas,

por tu papel y tu importancia,

porque estás y hasta cuando te ausentas

deja de existir la distancia.

 

Me pregunto en esta circunstancia

si es que el amor cambia sus formas,

porque eres mágica y transformas

mi mundo en cualquier instancia.

 

¿Dónde guarda el viento lo que digo?

¿Dónde guarda lo que has dicho?

¿Esto es serio o es un capricho?

¿Es una recompensa o un castigo?

 

No sé si amarte u olvidarte,

tampoco sé si de lo segundo sea capaz,

no sé si en tu ausencia tenga la paz

o si para tenerla tendré que buscarte.

 

Antes me tocará descifrar

esto que en mis adentros persiste,

una clase a la que el amor asiste

o a la cual quiere faltar.

 

¿Dónde tiene el viento lo que decimos?

¿Qué hace con tantas palabras? ¿Las atesora?

Quien las dijo ríe o tal vez llora

porque le ponen un final a lo que fuimos.

 

O tal vez guarda sólo las palabras bellas,

las mismas que en su momento expresamos,

supieron salir solas cuando nos amamos

y ahora son su mayor tesoro ellas.

 

Voy a esperar a que sople otra vez

para apresurarme a preguntarle

y si me lo dice me iré a robarle

mi locura y tu sensatez.


Porque eso hay en todo lo que se dijo,

en lo que dos bocas sin besar decían,

del amor incesante todas nacían

o quizá de una mentira... corrijo.

 

Que venga y me diga el viento

o que sople entonces en otra dirección,

para no saber si lleva un adiós o un perdón,

un te amo... o un lamento.