Un día entré al cementerio y busque las tumbas donde yacían sus restos de mis seres queridos y amados, sus tumbas estaban solas y sobre ellas algunas huellas de algunas flores muertas, me acerque y quite todas esas ramas, deje limpia las tumbas. Estuve sola un rato, en mi mente fluían palabras de soledad y tristeza. Después mire alrededor de mi y solo veía soledad y abandono, tumbas abandonadas. Mire con tristeza las tumbas y mil lágrimas se ahogaron dentro de mi, cuantos personas amaron y las amaron hasta morir, solo flores el día de muertos y quizás toda la vida en el corazón. Me imagine en unos años postrada dentro de un panteón igual como los que miraba, solas, solas, solas y rastros de alguna flor sobre la lapida. Pasa el tiempo y regrese a esas tumbas, con afán limpio la ultima morada y le dejo claveles blancos y rojos. De vez en cuando los tengo presentes en mi mente y corazón, de vez en cuando plegarias por vos. Muchas veces pienso si solo se amaba hasta la muerte y creo que yo amo más de ese umbral, me duele el abandono, me duele su ausencia y me lastima la soledad. A pesar de que el panteón esta a más de 60 minutos y es difícil su acceso me da por visitar esa morada fría y sola, porque a pesar del tiempo amo y recuerdo a quien me dio la vida y cuido de mi, mi querida madre quién partió un día muy temprano para mí.