Hoy la vi mirarte,
Como yo solía mirarte a ti.
Noté esa mirada perdida, llena de falsas esperanzas,
Las mismas con las que tú me alimentabas.
Recordé por un instante los tiempos de antaño a tu lado…
Tan libres, tan llenos de fervor,
Tan apremiantes y excitantes.
Recordé también el dolor,
El mismo que me aniquilaba cada vez que te miraba justo así,
Tan lejano, tan hermoso e intocable.
Me recordé a mi misma en esa antigua silla,
Mirándote pasar y llenando de indiferencia las avenidas,
Mientras la alegría en mis ojos se llegaba a marchitar.
Susurrando al cielo cuanto te llegue a extrañar,
Y rogando porque no te alejaras más.
Así la vi justo como a mí,
Pronunciando en voz baja tu nombre con la esperanza de volver a encontrar tu dulce mirar.