No logro concentrarme, ¿te ha pasado?
Esa sensación de que algo estas esperando.
Son de esos días, que los pensamientos son susurros,
Y que son tranquilos, sigilosos.
Intento pensar en el amor,
En la filosofía,
Un poco de psicología,
Temas sin autor.
No logro concentrarme, ¿sabes de que hablo?
Un liguero arrullo entre la cien,
Un simple perplejo hámster sin correr.
Y estoy perdido, como pasatiempo.
Ubicarme, encontrar el punto que diga “usted esta aquí”
Tomar de la mano la vida, caminar.
¿Qué lo habrá detonado? Puede ser ella,
O puede ser la melancolía.
Ya no quiero pensar, pues no me logro concentrar.
Aunque en ocasiones hay destellos, como recuerdos,
Y en otras ocasiones vacíos, como hondos suspiros.
¿Sera la aparición de su sonrisa o la mía que se ausenta.
No lo sé, pues no me puedo concentrar,
Y sé que lo he dicho mucho, pero, quizás me entenderás,
Hay días de esos, de los que la razón se pierde en esferas.
Días en los cuales, el amor y la soledad desbordan
Se mesclan y pelean,
Y la razón, admira callada, obscura…
Incrédula.