A ti, vasija reflejada en un espejo
cual le hablo con ternura al reflejo,
paraboloide de revolución,
eje que a mis ojos anuda.
A ti, imagen que me apropia
con luces, plano y geometría,
espontaneo en tus lumbrales valentía,
en el trasfondo de tu silueta, bizarría.
A ti, habitación que me aproxima
a ese amor que resplandece en botines,
luz que desde el cielo viaja sin límites
para posar en mis circunferencias.
A ti, espesa capa de la naturaleza
que a mi alma no importuna,
superficie que descifra mi retrato
en tu cuadro de líneas de oro y purpura.
A ti, amor, amiga, doncella
alegre y renacida.
cada día resplandezco en tu hermoso rostro,
cada noche hay celebridad en tu poesía.
A ti, te confieso y me acentúas
a ser quien soy en el espacio,
ya no soy un libro con páginas viejas
sino un gran cristal de imágenes y nuevos hábitos.
Daniel Badillo