En el cielo las estrellas...
¡ Rebelde, rebelde!
Gritaban todas,
y ella destellando
su azul y verde,
se fue muy sola.
Todavía en el cielo, las mismas estrellas...
¡ Rebelde, rebelde !
Seguían en su euforia
y ella llorando
ocultando desdenes
buscó su gloria.
Las estrellas, seguían…
¡ Rebelde, rebelde !
A lo lejos se oía,
y ella brillando
callada y sin verles,
resplandecía.
¡Rebelde, rebelde!
¡Es nuestra consigna!
Le seguían gritando
y ella como siempre,
brilla que brilla.
Las rebeldes eran aquellas,
las que se negaban a encender
por estar vociferando,
y la solitaria estrella
nos la pudo convencer.
*****