Reina Celestial.
Madre mía tú me has dado
el consuelo que buscaba,
cuando por el mundo andaba
sin esperanza ni fe.
Tú me tendiste la mano
como madre generosa
con tu mirada piadosa
me aliviaste el corazón,
por eso te amo
Virgen María
¡Oh Madre mía Reina Celestial!
Me has conquistado
con tu dulzura,
a tu hijo amado
me has hecho amar,
por eso te amo
oh Madre mía,
pues tu amor limpia
mi alma del mal.
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MIRIAM RINCÓN URDANETA.